Ya hace tiempo que le debía este pequeño homenaje a mi querido IES Beatriz Ossoio. Hoy por fin he reunido el ánimo para sentarme frente al ordenador y poner en orden unas pocas palabras.
Ahora que ya llegué y ya me fui, echo la vista atrás y recuerdo cuan equivocado estaba a propósito de lo que me iba a encontrar en Fabero. El estereotipo del minero me hacía prever a gente dura y tosca, acaso con poco interés por lo académico. Nada más lejos de la realidad. En mi experiencia, nunca me he encontrado con un alunado más amable ni más educado. Dar clase en el IES Beatriz Ossorio es algo así como jugar en el Camp Nou; si no lo haces bien es porque no sabes o porque no quieres. Tanto es así que este año me ha servido para reencontrarme con mi maravillosa profesión.
Para siempre me quedará, por supuesto, el orgullo de haber ganado por segunda vez el Concurso de Estadística, tanto a nivel autonómico como nacional, con el trabajo Espaldas Cargadas. (Ver el trabajo aquí).
Campeones de España de Estadística en la Categoría Primer Ciclo de ESO. Badajoz, julio 2016.
Comienzo ahora una nueva e ilusionante etapa en el que, en condiciones normales, debería ser mi Instituto hasta que me retire, el IES Gil y Carrasco. El cambio es grande, de 200 a 1000 alumnos, de 3 a 11 profesores de matemáticas, de Fabero a Ponferrada.
El reto es igualmente grande, no echarme a dormir, no dejarme engullir y sacar la cabeza. Seguir disfrutando de este noble trabajo.
Amigos de Fabero, ha sido un placer. Fabero on my mind…
Santiprofemates 