Con la siguiente estrategia se salvarán, al menos, 29 de los 30 reclusos:
El último de la fila hace un recuento de los colores de los sombreros que tiene en frente. Como en total son 29, necesariamente uno de los dos colores será par y otro impar. Elige el color de los pares (evidentemente se puede plantear una estrategia análoga razonando sobre los impares).
Egon Schiele - Mujer con sombrero negro
El penúltimo recluso hace entonces el recuento de los 28 sombreros desde su punto de vista, teniendo en cuenta que entre lo que él ve y lo que vio el anterior, la única diferencia es su sombrero, debe dar una respuesta compatible. Por ejemplo: supongamos que el último dijo: «negro» (negro par) y el segundo cuenta 16 blancos y 12 negros. Su sombrero ha de ser blanco, ya que de ser negro el último habría visto 16B y 13N y habría dicho: «blanco».
Pierre Auguste Renoir - Muchacha con sombrero blanco
El tercero en elegir verá 27 y hará su recuento, él ya sabe el color del sombrero del anterior, así que se lo suma a su recuento, de forma que el resultado obtenido sólo difiere de lo que vio el último de la fila en su propio sombrero, y como además sabe cuál era el color par desde ese punto de vista, el color de su sombrero deberá ser coherente con esa paridad.
Por ejemplo: El último dice: «blanco» (blancos pares) y el penúltimo dice «negro». El tercero en elegir cuenta los 27 de delante y observa 8 blancos y 19 negros. Suma el negro del penúltimo y resultan 8B Y 20N; como de los 29 que veía el último sólo desconoce el suyo propio y los blancos eran pares, su sombrero necesariamente debe ser negro para no deshacer la paridad.
A partir de ahí todos los casos son análogos; el recluso que elige en la n-ésima posición hace el recuento de los (30-n) que hay delante, suma a su recuento los colores de los (n-2) inmediatamente anteriores a él y elige el color que no rompa la paridad que declaró el último de la fila.
CONCLUSIÓN: Los 29 de delante le deben la vida al último, que se la juega a cara o cruz, ya que a él sólo puede salvarlo el azar.
NOTA: Esta estrategia es válida para cualquier cantidad PAR de reclusos. Si fuesen impares bastaría con que el último declarase el color del penúltimo, así este ya podría echar sus cuentas…